Casos de éxito

J. Manuel Schwander

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Edad: 22 años

Lugar de residencia: Homburg

Trabajo: Técnico en Hostelería

Cuando me enteré de la existencia de este proyecto, decidí participar por la sencilla razón de que mi período en la Universidad de Granada, donde me encontraba estudiando, fue catastrófico. Estuve dos años estudiando y me di cuenta de que necesita algo más práctico, como una formación profesional. Mi padre me habló sobre cómo están establecidas las formaciones profesionales en Alemania y me decidí a dar el salto.

Mi llegada a Alemania fue muy buena, acompañado de una ola de calor, creo recordar que hacía sobre unos 37 ºC.

Sinceramente, había estado muchas más veces e, incluso, he nacido allí. No tuve ningún problema en el aeropuerto ni con los autobuses y me recogieron de la estación de autobuses de la ciudad en la que estoy instalado, muy puntualmente.

Vivo en Homburg, en un piso compartido con una chica alemana y un compañero de la formación profesional que viene de Alicante. Es una ciudad pequeña, más bien un pueblo grande de unos 34.000 habitantes. El pueblo, para mi opinión está muy esparcido, hay que recorrer largas distancias dentro de él. El casco antiguo es muy bonito con calles peatonales, comercios, un par de iglesias y fuentes. Hay que destacar que tiene un gran centro comercial de tiendas «Outlet» situado a las afueras que recibe gran cantidad de turistas sobre todo franceses. La empresa donde trabajo es un pequeño hotel de tres estrellas que cuenta con unos 45 dormitorios. Tiene restaurante y terraza que está casi siempre completa de gente. El hotel está situado junto al parque del pueblo y a dos pasos del río. La ubicación para mi gusto está muy bien.

Mi adaptación está siendo muy buena, no me está costando nada, si bien, hecho de menos muchas cosas de España, principalmente las playas de Cabo de Gata, los amigos, la familia y Mojácar. Los alemanes, en general, son muy educados pero más distantes que los españoles, habiéndome sorprendido que tomen la cerveza con demasiada espuma. Además tienen un concepto un poco equivocado de los españoles, ya que piensan que somos muy «fiesteros» y que trabajamos muy relajadamente.

La experiencia hasta el momento, en estas tres primeras semanas, la defino como muy buena. He aprendido mucho en la práctica, tanto en el idioma como en el trabajo, recibiendo muy buenos consejos por parte de mi compañero Daniel. A cualquier persona que se plantee seguir mi camino le diría que tenga mucha paciencia consigo mismo y con los demás, ya que es una formación en la que se trabaja muchas horas. Desde mi punto de vista es mucho mejor haber tenido una experiencia laboral antes en España, por ejemplo de camarero que es el área más importante de la formación profesional… le servirá de gran ayuda.

De momento tengo claro que voy a estar aquí los tres años que dure la formación y ya después el tiempo dirá.

Alba García

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Edad: 25 años

Lugar de residencia: Dierhagen (Sajonia)

Trabajo: Técnico en Hostelería

Decidí irme a trabajar a Alemania porque tuve conocimiento del programa MobiproEU y me gustó mucho. Es una oportunidad, con muchas perspectivas de futuro. En España había estado estudiando hasta que empecé a trabajar en unos grandes almacenes, pero con la llegada de la crisis, perdí el empleo. Así que estaba en desempleo.

Mi llegada a Alemania fue muy buena, ya que desde el primer momento no me dio miedo el idioma, y me fui yo sola a dar un paseo. Incluso pedí café en Alemán, y sin problemas, ya que tienes que ser valiente y enfrentarte al idioma. Si no empiezas a practicarlo estás perdido.

Vivo en la ciudad de Dierhagen, es una ciudad muy bonita, en pleno Mar Báltico, con unos paisajes espectaculares. Es tranquila, no muy grande, pero muy agradable para vivir y trabajo en un hotel en concreto, aunque es una cadena y en breve comenzaré a trabajar en otro de categoría superior, ya que mi nivel de alemán va avanzando y la empresa también quiere ir promocionándome poco a poco. Es un trabajo cómodo, aunque al estar casi siempre completo, tenemos mucho trabajo, y la verdad es muy positivo, ya que estoy aprendiendo muchísimo.

Durante los meses de practicas, acondicionaron una de las salas del hotel para dar las clases, y la verdad es que estábamos muy a gusto. Ahora vamos a la schule (escuela) que está a 15 minutos de donde vivo. La escuela está muy preparada, tanto por los docentes, como por el equipamiento, ya que dependiendo de la especialidad por la cual se está haciendo el Ausbildung, hay salas acondicionadas a las tareas a realiza, y además están las aulas de teoría.

Mi adaptación ha sido buena; comenzar algo nuevo, cuesta trabajo, pero la verdad es que me ha costado menos de lo que pensaba. Es duro, ya que el cambio de vida es muy grande, pero nada que no se pueda superar, aunque echo de menos de España a mi familia, mi pareja y mis amigos. Si es verdad que la comida de España y la vida que llevamos en nuestro país de origen siempre se tiene presente.

En Alemania me he encontrado con gente de todo tipo, desde la persona con carácter nada extrovertido, hasta la gente más encantadora. La forma que tienen de hablarte es más brusca pero en realidad es su forma de dirigirse. No obstante, también me he encontrado con gente que no le hace gracia que haya españoles en su ciudad, pero mi forma de enfrentarme a esta situación es ir a lo mío.

De esta experiencia lo que más me ha gustado es todo el aprendizaje que estoy adquiriendo, no solo en lo profesional, sino también en lo personal, ya que me estoy enfrentado a diferentes situaciones yo sola, y eso me hace crecer como persona, además de conocer a mis compañeros de piso: dos chicas españolas y un chico belga. Lo único que se puede considerar como negativo es que me tiene lejos de los míos.

Los alemanes piensan de nosotros que hablamos muy alto, que tenemos muchas fiestas y que no trabajamos todo lo que deberíamos, aunque gracias al MobiproEU, se van a dar cuenta que hay mucha gente que trabaja mucho y muy duro. La verdad es que existen diferencias entre trabajar en Alemania o España. Aquí trabajo muy bien, es muy llevadero, no es el estrés con el que se trabaja en España, por ejemplo en la terraza de un bar, además de que mis jefes y compañeros son estupendos.

Hasta ahora mi experiencia la considero muy positiva. No me arrepiento de haber tomado la decisión de venirme a Alemania, ya que a parte de que estoy muy bien, me estoy labrando un futuro que en España, a día de hoy no lo hay. Recomiendo esta experiencia, advirtiendo, eso sí, que hay que tener las ideas muy claras y estar muy seguro de que te quieres ir. También aconsejo que aprendan todo el idioma alemán posible en España, para que tengan una rápida adaptación y una buena acogida.

Mi intención, de momento, es la de estar aquí por lo menos los 3 años que dura la formación, pero viendo lo bien que se vive aquí, y como están las cosas en España, quizás me estancia en Alemania dure más años.

Yaiza Ferrer

Yaiza 1 Casos de éxito

Edad: 22 años

Lugar de residencia: Pirna (Sächsische Schweiz-
Osterzgebirge, Dresden)

Trabajo: Técnico en Hostelería

El motivo principal por el que decidí embarcarme en este proyecto fue porque en España estaba sin trabajo y no tenía perspectiva de futuro. Soy joven y en Alemania hay muchas posibilidades de encontrar un empleo para los jóvenes. Además, el idioma alemán cada vez está más valorado en todo el mundo. Yo no estudiaba, ni tenía un trabajo estable en España. A lo que me dedicaba era a trabajar algunos días sueltos para mis suegros, pero solo algunos días, y buscaba algo más estable y que fuera a media jornada o jornada completa, para todos los días.

Mi llegada a Alemania fue buena, estaba mi tutor Her Richter, miembro del programa Mobipro, esperándonos en el aeropuerto para llevarnos a nuestra residencia. Aunque el día no acompañaba, ya que estaba lloviendo, fue un gran día. Un día de muchas emociones, desde la despedida de los míos en España, a la llegada de una nueva etapa en mi vida que suponía un gran cambio. Ahora vivo en un pueblo llamado Pirna, es la capital del distrito de Sächsische Schweiz-Osterzgebirge, situado en la región administrativa de Dresden, en el estado federal alemán de Sajonia. Es grande y bonito, muy acogedor y con mucha oferta turística. A mi me recuerda a mi pueblo de Huelva, así que estoy como en casa, trabajando en una empresa que se llama Málaga Tapas. Es un restaurante español pero todo el personal es alemán. También trabajo en otro restaurante de mi jefe que es un mexicano. Hay muy buen ambiente en ambos ya que en esta empresa hay sentimiento de compañerismo, y eso hace que el trabajo sea mucho más fácil y llevadero.

La escuela es muy buena, tiene un gran nivel. Tenemos tanto clases teóricas como prácticas, por lo que el aprendizaje está siendo muy provechoso, además, no me costó nada adaptarme tanto al país como a la ciudad, teniendo en cuenta que me vine con mi pareja, con la que convivo aquí y  que es español y también participó en el programa Mobipro. Solo me ha costado adaptarme al frío. En la zona donde yo vivía en España no hace este frío, por lo que me está costando un poco acostumbrarme a estás temperaturas tan bajas. Pero se soluciona con ropa de abrigo. Si echo de menos a mi familia y el clima. Por lo demás estoy muy bien en Alemania.

El ambiente es muy bueno, de hecho, en mi cumpleaños todos mis compañeros se unieron y me regalaron un sets de cuchillos profesionales… además de que todos los días de trabajo en la pausa tomamos café los compañeros y nuestro jefe. Esto hace que haya un sentimiento de equipo, que en España no he tenido.

Los alemanes son rectos, de costumbres afianzadas, valoran el trabajo, tienen mucho compañerismo en el trabajo, y si haces un amigo alemán, es para toda la vida. No obstante, siempre hay excepciones, pero por lo general, yo los veo así. Entre las curiosidades que me han llamado la atención es que no coman con pan. Para empujar la comida utilizan el cuchillo, y en España comemos mucho pan, por lo que me resulta raro que no lo utilicen. También me sorprende que la cerveza la beben caliente, algo impensable en España.

Lo que más me ha gustado de Alemania es haber conocido a mi tutor, ya que es encantador, y me ha ayudado en todo lo que me ha hecho falta. La verdad es que me ha hecho mucho más fácil la adaptación a este país. También me gusta mucho lo preciosa que es la ciudad donde vivo, siendo lo que menos me gusta el tiempo, que está loco.

Encuentro muchas diferencias entre trabajar en España y Alemania, por ejemplo, mi jefe, aquí en Alemania cuando tenemos mucho trabajo se pone en el lavavajillas a secar los platos para ayudar… cosa que en España NUNCA he visto.

Hasta ahora mi valoración es muy positiva. Me alegro mucho de haber tomado la decisión de venirme a Alemania. Creo que es lo mejor que me ha podido pasar. No obstante, tengo que reconocer que he tenido muchísima suerte con la empresa donde trabajo, mi tutor, y mis compañeros, aunque soy consciente de que hay otros compañeros del programa Mobipro que quizás no hayan tenido tantas facilidades como yo. Yo he venido aquí con pensamiento de futuro, de sacar el máximo provecho de esta experiencia. Además mi jefe tiene grandes planes para mi.

A la pregunta de si recomendaría esta experiencia siempre contesto que por supuestísimo que sí, sin dudarlo. Animo a todas aquellos jóvenes a que se busquen un futuro mejor fuera de España, a ser posible en Alemania, que es lo que yo conozco y lo que puedo recomendar. Les recomendaría que tengan paciencia, sean educados, trabajadores, puntuales, que tengan la mente abierta y que vengan con ganas de aprender.

Beatriz Calderón

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Edad: 31 años

Lugar de residencia: Meißen (Sajonia)

Trabajo: Protésico dental

Desde que decidí llevar a cabo este Programa, el apoyo de mi familia ha sido fundamental, pues a veces me he sentido mal tanto en España, como aquí, teniendo la sensación de que no avanzas hacia los objetivos y te dan ganas de volver, pero en esos momentos siempre me he encontrado el ánimo y la fuerza que me han dado mis familiares desde España.

Antes de salir de España, me encontraba aprendiendo inglés para obtener el Certificado B1, además del inglés que aprendí en la escuela e instituto.

Estando ya en Alemania me he dado cuenta que en ocasiones también me ha venido bien el saber inglés.

La conclusión es que el idioma es muy importante. Es fundamental el Alemán, eso sí, debes tener muy buena base, para luego poder adaptarte de forma rápida y fácil a las costumbres del país. Mi experiencia aquí en Alemania está siendo positiva, además cuento con la ayuda de un tutor. Aunque no es fácil, yo por supuesto siempre recomendaré esta experiencia.

Daniel Rodríguez

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Edad: 28 años

Lugar de residencia: Nordrach (Baden – Wurtemberg)

Trabajo: Enfermería

Un motivo para entrar en el Programa fue la oportunidad de trabajar y recibir una formación fuera de España, donde ahora mismo hay pocas o ningunas oportunidades. Lo principal fue el conocimiento y aprendizaje de un nuevo idioma que te puede abrir puertas laborales en otros lugares e incluso en tu mismo país.

En todo momento encontré el apoyo de mis familiares , hasta el momento de hacer las maletas donde se dieron cuenta de que realmente me iba y fue donde empezaron preguntas como: pero vas a volver? cuánto tiempo? pero porque?, a qué?…y empezaron a preocuparse.

Tenía conocimientos de inglés, pero no como para mantener una conversación en inglés, y de alemán tenía conocimientos pero muy poco.

Creo muy importante el aprendizaje del idioma, porque es realmente difícil, sobre todo cuando llegas aquí tienes mucho choque con el idioma porque te puedes saber toda la gramática y vocabulario de alemán aprendido en España pero cuando llegas te das cuenta nunca es suficiente, de hecho es la mayor dificultad que te puedes encontrar aquí si no lo traes bien aprendido.

Los alemanes con lo que yo me relaciono son muy compresivos con el tema del idioma, reconocen que su idioma no es fácil y te ayudan a que todo sea más fácil. Hasta ahora todas las personas con las que trato aquí son simpáticas, te aclaran los temas las veces que sea necesario, se preocupan de que estés bien, y les gusta verme integrado en sus costumbres.

No coincide la opinión previa que yo tenía de Alemania con la que tengo ahora que vivo aquí. Tenía el mito del alemán introvertido o solitario y es completamente falso al menos aquí en esta zona, son todo lo contrario. Pero si es cierto que es un país diferente al nuestro, con cultura y costumbres muy diferentes, pero que si realmente te gusta, sobre todo respetas, y te quieres adaptar, encontrarás un país y una gente magnífica.

En definitiva, hasta ahora no me arrepiento de nada, está siendo una experiencia profesional y sobre todo personal magnifica. Es una buena experiencia que recomiendo, quizás para mejorar tu calidad de vida futura y tendrás la oportunidad de tener contacto con un nuevo idioma, país y cultura.

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